Cómo coexisten la presciencia de Dios y la libertad humana: comprender el conocimiento medio

Introducción: Conciliar la presciencia divina con la libertad humana

Una de las preguntas más profundas e intrigantes en teología es cómo la omnisciencia de Dios, especialmente su presciencia del futuro, puede coexistir con la libertad humana. Si Dios lo sabe todo, incluso lo que sucederá, ¿cómo pueden los humanos tener libre albedrío? ¿Hay algún espacio para una elección genuina si Dios ya conoce el resultado? Estas preguntas han desconcertado a los teólogos durante siglos. En este artículo, exploramos el concepto de *conocimiento medio*, un enfoque fascinante para comprender cómo la presciencia divina y la libertad humana pueden coexistir armoniosamente.

¿Qué es la presciencia divina?

La presciencia divina se refiere a la capacidad de Dios de saber todo sobre el futuro. Esto incluye todos los eventos que sucederán y todas las acciones que tomarán los humanos. Sin embargo, el desafío surge cuando consideramos la libertad humana. Si Dios ya sabe qué decisiones tomaremos, ¿tenemos realmente la libertad de elegir lo contrario?
La visión tradicional de la presciencia divina afirma que Dios sabe todo de antemano sin hacer que los acontecimientos se desarrollen de manera determinista. Por ejemplo, Dios puede saber que elegirás comer pizza mañana, pero eso no significa que te esté obligando a tomar esa decisión. Sin embargo, la pregunta persiste: si el conocimiento de Dios es infalible, ¿cómo podemos decir que tenemos opciones reales?

El papel del conocimiento medio

*Conocimiento medio* es un concepto teológico introducido por el teólogo jesuita del siglo XVI Luis de Molina. Esta idea, que tiende un puente entre la presciencia divina y la libertad humana, ha sido revivida en los tiempos modernos por filósofos como Alvin Plantinga. El conocimiento medio propone que Dios sabe no sólo todo lo que *podría* suceder (llamado Su conocimiento natural) y todo lo que *sucederá* (Su libre conocimiento), sino también lo que *sucedería* bajo cualquier circunstancia posible.
Esto significa que Dios conoce todas las posibles elecciones que los humanos podrían hacer y los resultados de esas elecciones. Por ejemplo, Dios sabe no sólo si elegirás pizza mañana, sino también qué habrías elegido si las circunstancias fueran diferentes: si estuvieras en un restaurante diferente o si estuvieras influenciado por una sugerencia diferente.
Este tipo de conocimiento le permite a Dios prever cómo actuarían las personas en cualquier situación dada, permitiéndole crear un mundo donde se cumpla Su voluntad, pero sin anular la libertad humana. Este marco reconcilia la omnisciencia de Dios con el libre albedrío humano al sugerir que, si bien Dios conoce todos los futuros posibles, permite a los humanos tomar decisiones reales y libres dentro de esos futuros.

El conocimiento natural, medio y libre de Dios

Para comprender completamente el conocimiento medio, es útil ubicarlo dentro del contexto más amplio del conocimiento de Dios. Según el marco de Molina, Dios tiene tres tipos de conocimiento:
1. **Conocimiento Natural**: Este es el conocimiento de Dios de todas las posibilidades. Dios sabe todo lo que podría pasar en cualquier mundo posible.
2. **Conocimiento Medio**: Este es el conocimiento de Dios de lo que *pasaría* si se cumplieran ciertas condiciones o circunstancias. Esto incluye saber cómo cada individuo elegiría libremente en cualquier situación.
3. **Conocimiento libre**: Esto se refiere al conocimiento de Dios de lo que *sucederá* en el mundo real que Él creó.
El conocimiento intermedio se sitúa entre el conocimiento natural de las posibilidades de Dios y su conocimiento libre de los acontecimientos reales. Es a través de este conocimiento medio que Dios puede prever todas las opciones y resultados potenciales, preservando al mismo tiempo la libertad humana.

Cómo el conocimiento medio equilibra la soberanía divina y la libertad humana

Una de las características más convincentes del conocimiento medio es cómo defiende tanto la soberanía de Dios como la libertad humana. Con conocimiento medio, Dios no controla ni predetermina cada acción que realizan los humanos. Más bien, Él sabe lo que cada persona haría en una situación determinada. Esto le permite crear un mundo donde sus planes se cumplen, mientras las personas conservan la libertad de tomar decisiones genuinas.
Por ejemplo, imaginemos que Dios quiere asegurar que ocurra un evento histórico particular. Usando el conocimiento medio, Dios puede prever cómo actuarían varios individuos en diferentes circunstancias. Luego puede orquestar un conjunto de circunstancias que conduzcan al evento que desea, todo ello sin violar el libre albedrío de los individuos involucrados. Todavía toman sus propias decisiones, pero Dios sabe de antemano cuáles serán esas decisiones en el contexto de las circunstancias que Él crea.

El ejemplo del cuento de Navidad: una ilustración útil

Un ejemplo popular del conocimiento medio se puede encontrar en *Cuento de Navidad* de Charles Dickens. Cuando el fantasma de la Navidad por venir le muestra a Scrooge una visión de su futuro, no es solo una predicción de lo que *sucederá*. Más bien, es una visión de lo que *pasaría* si Scrooge no cambia sus costumbres. Scrooge conserva la libertad de cambiar su comportamiento y, si lo hace, el futuro que se le muestra no se hará realidad. Esta idea es paralela al conocimiento medio: Dios no sólo sabe lo que sucederá, sino también lo que sucedería dependiendo de las elecciones libres de las personas.

Providencia y Control Divino

El conocimiento medio proporciona a Dios un control providencial increíble. Al saber qué harían los individuos en cada situación posible, Dios puede moldear el mundo de tal manera que se logren sus propósitos finales. Sin embargo, este control no niega la responsabilidad o la libertad humana. La gente todavía elige libremente sus acciones, aunque Dios sabe de antemano qué elegirán.
Este punto de vista contrasta con el determinismo teológico, donde Dios hace directamente que cada evento se desarrolle de una manera predeterminada. En cambio, el conocimiento medio preserva la idea del libre albedrío al permitir que los individuos tomen sus propias decisiones, mientras Dios obra dentro de esas decisiones para lograr Sus propósitos.

¿Es el conocimiento medio demasiado control?

Algunos críticos del conocimiento medio, como el presentador en la transcripción del video, plantean preocupaciones sobre si le da a Dios demasiado control. Si Dios puede prever y guiar cada evento, ¿significa eso que los humanos son meros participantes en un drama preestablecido? Teólogos como Molina sostienen que este no es el caso. La libertad humana se preserva porque los individuos toman sus propias decisiones en respuesta a las circunstancias que enfrentan. Dios simplemente sabe de antemano cuáles serán esas opciones.
Desde esta perspectiva, el conocimiento medio permite a Dios trabajar en el mundo sin ser un titiritero. Él crea las circunstancias, pero los humanos aún determinan sus acciones dentro de esas circunstancias.

El debate sobre el conocimiento medio

El concepto de conocimiento medio no es universalmente aceptado. Algunos teólogos y filósofos sostienen que le da a Dios demasiada influencia sobre las decisiones humanas. A otros les resulta difícil concebir cómo Dios puede conocer los resultados de las elecciones libres sin que esas elecciones estén determinadas de antemano.
Sin embargo, como señala el filósofo cristiano Dean Zimmerman, el conocimiento medio es una de las posiciones más populares entre los filósofos cristianos contemporáneos. Aunque puede que no cuente con una mayoría, ofrece una forma sólida e intelectualmente satisfactoria de reconciliar el conocimiento previo divino con la libertad humana.

Conclusión: Perspectivas de la teología filosófica

El conocimiento medio proporciona una solución fascinante a la antigua pregunta de cómo la omnisciencia de Dios puede coexistir con la libertad humana. Al permitir que Dios sepa qué harían los individuos en una situación determinada, esta teoría ofrece una manera de preservar tanto la providencia divina como el libre albedrío.
Esta exploración del conocimiento medio me pareció profundamente inspiradora, ya que ofrece una nueva perspectiva sobre el intrincado equilibrio entre el control de Dios y la libertad humana. Si está interesado en aprender más sobre este tema, lo invito a que consulte esta interesante discusión: William Retrospectiva de Lane Craig III: Preconocimiento divino | Más cerca de la verdad. Puede desafiar su comprensión de la omnisciencia divina e inspirarlo a reflexionar sobre sus propios puntos de vista sobre la libertad y la responsabilidad.